En México tenemos la fortuna de contar con presencia de gigantes en la tecnología, atendiendo a los propios consorcios internaciones de sus países de origen, así como a las empresas y gobierno mexicano que se beneficien de ello. Esto ha desarrollado capacidades importantes aprovechando el talento mexicano, las cuales lamentablemente no se han aplicado en gran medida fuera de los grandes corporativos.
La reciente política del gobierno mexicano de atender primero a las clases con menores ingresos a través de estímulos y programas de apoyo provoca oportunidades para nosotros los proveedores en tecnología, en la masificación de servicios y productos adaptados a este sector socio económico, que, sin duda, está ya mejorando sus ingresos. Esta economía detonará a las empresas clásicas como tiendas departamentales con pagos semanales, que comercializan electrónicos y muebles, así como de vestido y calzado, pero ¿Qué hay para la industria de los servicios de tecnología?
En conversación con un equipo representante de una importante empresa internacional de telemetría y electricidad, preguntábamos yo y mi socio, ¿Cómo entregar este valor de manera asequible para las empresas pequeñas o emprendedores, cuya capacidad económica no permite acceder a esos precios, sin hacer un lado la calidad?
Después de un silencio de unos segundos, se nos ocurrieron varias ideas, desde contar con líneas de productos o marcas más modestas hasta esquemas de leasing o pay as you go. Recordé entonces una presentación que hizo un empresario en mi visita a la universidad de Stanford en el 2018, donde mencionaba como a través del internet de las cosas se estaban modificando los modelos de negocio y puso un ejemplo que me pareció interesante. Una empresa proveedora de máquinas de café, que por todos es sabido que no son tan baratas, había encontrado la solución tecnológica para poner a disposición de emprendedores este producto bajo un contrato basado en costo por tasa de café preparada. Esto le representó a la empresa proveedora permitir atender una mayor cantidad de clientes, optimizar sus inventarios y ampliar su presencia de mercado, por otro lado, al emprendedor le permite optimizar su inversión y apalancar su arranque de negocio.
También hay un fuerte estímulo hacia la equidad de género, pasando por políticas laborales y fomento económico hacia emprendedoras o empresas con mujeres como accionistas mayoritarios. Los expertos en marketing saben claramente que las estrategias dirigidas hacia el género femenino son muy particulares. En este nicho podremos encontrar oportunidades de colaboración con equipos de soporte y atención formado por féminas, para contar con relaciones comerciales más profundas y de mayor alcance. Muy recomendable sería por otro lado, el desarrollo de contenido y oferta asociado al emprendimiento rosa, aprovechar esta tendencia que además es irreversible.
En el ámbito de la política de equidad, significa mayores recursos para la atención a ciudadanos o grupos sociales en desventaja a razón de su origen étnico o grupo social al que pertenece. Imaginemos tecnología desarrollada en lengua náhuatl o maya, con contenido dirigido a estos grupos, que además de entregar servicios tradicionales personalice la oferta con sus usos, costumbres y calendarios. Otro ejemplo son los servicios Fintech, las microfinancieras crecerán sus redes a través de tecnología para el manejo de cuentas y transferencias desde un teléfono móvil. Por otro lado, plataformas de ecommerce basadas en trueques y/o compras de insumos para la agroindustria igualmente se pueden desarrollar.
El Internet de las cosas (IOT) puede ser un gran asociado y detonante para el desarrollo de productores del llamado proyecto “Sembrando Vida”, aplicar tecnología en la integración de unidades productivas pequeñas automatizadas, altamente eficientes, con posibilidades de replicarse y generar crecimiento escalable de las economías. Sin duda bajo el objetivo del desarrollo de este sector será necesario el incremento de oferta de la industria para su soporte, desde la consultoría, equipamiento y por supuesto innovación tecnológica, recordemos que el retraso es amplio con relación a otros países y la agenda debe priorizar iniciativas alrededor de ello.
La intención del programa “Jóvenes construyendo el futuro” es habilitar con capacitación basadas en estancias reales en las empresas a personas entre 18 y 29 años, a través de becas económicas, facilitando su incorporación al mercado laboral. Sin embargo, seguramente no todos encontrarán lugar en las empresas actuales, por lo tanto, el camino natural en el ciclo económico es el emprendimiento. El gobierno federal ya ha reestablecido programas de apoyo a esta importante tarea, la proveeduría de servicios de capacitación, inmersión en industrias especializadas, consultoría y coaching empresarial seguirán siendo relevantes en el proceso. En este sentido también considerar el apalancamiento de startups con adn digital, recordemos que hay 3 motivadores para emprender: Tener una idea, tener una tecnología y tener una pasión, cada vez más empresas nacerán con la combinación de todos ellos.
Necesitamos quebrar los modelos de negocio propios y de nuestros clientes para insertar elementos tecnológicos innovadores, de esta forma ayudaremos a aprovechar al máximo los recursos cada vez más escasos y competidos.
Así pues, el reto es que las empresas de consultoría en tecnología hagamos uso de la innovación para no dejar pasar estas oportunidades, contribuyendo a los sectores y grupos sociales que se están impulsando.
Por: Eduardo Cortes Bacelis
Director y fundador de Integra IT
Contacto: ecortes@integrait.com.mx