Hablar sobre deuda técnica en el desarrollo de software puede parecer complejo, pues es algo que no se ve; sin embargo, entenderla, identificarla y responder a tiempo evitará costos no planeados al final del proyecto.
La deuda técnica es básicamente una deuda de trabajo que se adquiere al producir un código pobre; esto sucede generalmente por el incumplimiento de prácticas aconsejadas para el desarrollo de software. Esta deuda de trabajo termina por pagarse, y supone mayor cuantía cuanto más tiempo pase desapercibida.
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Aquello que pareciera ahorrarnos tiempo, puede generarnos carencias que, a largo plazo, se traducirá en costos extras para la empresa.
¿Cómo identificamos una deuda técnica?
Al decir que una deuda técnica no se ve, no quiere decir que no podamos identificarla a tiempo o evitarla. Puede materializarse como:
- Arquitectura no escalable.
- Ausencia o deficiente control de versiones.
- Documentación escasa, incompleta o inservible.
- Rigidez para actualizar a nuevas tecnologías o plataformas.
Una deuda técnica puede ser resultado de errores conocidos y no solucionados; conocer mejoras en el código pero no implementarlas; descuidar la calidad con pruebas insuficientes, incluso de utilizar documentación desactualizada o incompleta.
Consecuencias que pueden evitarse
Las consecuencias no son sólo que el desarrollo del software se prolongue más allá de la entrega del producto. Al igual que una deuda financiera, cobra con intereses a la empresa.
Cuando el desarrollo se prolonga más allá de la entrega del producto, se corre el riesgo de que sean equipos distintos de desarrollo los que hagan las mejoras. Ser consiente de una deuda técnica para prolongar proyectos, no te garantizará continuar en él.
Trabajando bajo la metodología Scrum, podemos detectar rápidamente generadores de deuda técnica. La toma de decisiones ágiles evita que, de presentarse, la deuda técnica de un proyecto se engrose.
Aunque las fechas de entrega sean un factor latente en la generación de deudas técnicas, con Scrum el equipo se adapta rápidamente a los cambios que se van presentando.
Una dinámica para minimizar la deuda técnica sin afectar al equipo es que, si encontramos un código mal escrito, se documente. Sin intentar solucionarlo al instante, la deuda técnica se hace visible y no se altera el compromiso del sprint.
Estimar las horas extras que se trabajarían en caso de una deuda técnica y multiplicar su precio en función de éstas, es otro paso para evitarlas.
Gestiona la deuda técnica a tiempo
Integrando la metodología Scrum, la gestión de la deuda técnica se hace constante; para comenzar desde hoy, las siguientes recomendaciones:
- Aprovecha al máximo el Daily meeting para detectar rápido posibles errores y evitar carencias en el software.
- Involucra a la organización, la mejor manera de entender es con números.
- Cuidar el definition of done, cualquier factor que elimine la deuda técnica debe estar incluido, y nunca olvidar que el DOD debe estar siempre actualizado.
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