Para el gestor de proyectos del siglo XXI, las presiones y expectativas que debe cumplir para con cada uno de los stakeholders están implícitos dentro de su trabajo, lo cual contribuye a acelerar la carga de estrés y exigir de éste más tiempo, dedicación e incluso, acelerar plazos. Por lo tanto, en vez de que situaciones externas alteren el ritmo laboral, se precisa al iniciar un proyecto, que su director o líder del mismo sea consciente que hay retos adicional que debe considerar.
La primera dupla de retos tiene que ver con las sensaciones del jefe de proyectos, es decir; las que se genera en el interior de su mente y su estabilidad depende del curso que lleven las cosas, éstos son:
-Positivas. Aquí se depositan todas aquellas sensaciones relacionadas con la carrera profesional del líder proyecto. Como es de esperarse, si mantiene este tipo de sensaciones y aprende a generarlas, pese a la existencia de momentos de gran presión, los logros se alcanzarán más rápido. De este tipo de emociones depende también la estabilidad y la energía para coordinar a su equipo y transmitirle sus emociones.
-Negativas. Antes de abordar con detalle este tipo de sensaciones, requerimos ser conscientes de que, ya sea que éstas sean positivas o negativas son transmisibles, es por ello que cuando el equipo es invadido por una de ellas, se debe actuar rápidamente, tanto para avivar la emoción o para combatirla. Las sensaciones negativas erosionan la imagen del jefe del proyecto cuando alcanzan niveles altos y constantes que terminan socavando a todo el equipo. Por lo tanto, es prioritario mantenerse alerta y analizar las reacciones ante imprevistos y resultados que no son los que se esperan.
Las emociones son parte de la naturaleza humana, varían de acuerdo al carácter de la persona, requieren de mayor esfuerzo para controlarlas cuando son negativas y de un análisis introspectivo continuo; por otro lado, las emociones no son el único reto a enfrentar. La adquisición de habilidades clave determinarán en gran parte el éxito o fracaso del proyecto. Es por ello que el jefe o responsable del proyecto debe asegurarse de contar con al menos con las dos más elementales:
1. Orientación a resultados
2. Liderazgo
Sin estas dos, es prácticamente imposible, desarrollarse profesionalmente y alcanzar cada uno de los objetivos del proyecto. Por lo tanto, si la gestión de proyectos es parte de tu día a día, considera muy bien los retos que debes enfrentar.